¿Presumiendo?
La gente cree que si se hace una foto con un famoso, algo de
su éxito, de su fama o de su valor pasa a ellos. Te dicen: “Aquí estoy yo con
Mick Jaegger.” Es estúpido y completamente irracional. “Muy bien, estás junto a
él ¿Y?”
También yo soy gente. Y mi parte de majadero no es pequeña.
Hoy vengo a presumir de que tengo una foto con el señor que
aparece citado en ese recorte de periódico. No el Rey, el secretario de Estado citado. Es una foto de cuando ambos teníamos cinco o seis años.
Sus padres y los míos eran amigos en Zaragoza. Con posterioridad a aquellos
tiempos nos hemos visto muy poco. Después de que se casó pasó por Salamanca en
un viaje breve y nos invitó a comer en un excelente restaurante a mi novia y a
mí. Como si se tratara de celebrar la boda a la que ni mis padres ni yo
habíamos sido invitados. Así lo explicó él o así lo entendí yo.
Sus padres lo habían mandado desde jovencillo al extranjero, a una
familia, a aprender otro idioma. Mi padre pensó hacer lo mismo conmigo pero
cuando me lo dijo me puse a llorar de miedo y ahí se acabó todo. Él estudió luego la carrera diplomática, para
la que hacía falta dominar dos idiomas, y aprobó su oposición. También me contó
entonces que hacía de preparador de esas mismas oposiciones. Todas las noticias
posteriores, que he tenido de él, han sido ya por la prensa. Cuando comenzó el
uso del correo electrónico pensé escribirle pero nunca lo hice. Algunas veces
sé de él a través de mi padre, lo que el suyo le cuenta al mío por teléfono.
Y ahora es cuando vosotros preguntáis: Muy bien, de pequeño
fuiste amiguito de un niño que corriendo el tiempo llegaría a ser embajador en
Cuba. Y luego a ocupar una secretaría de Estado ¡Y qué!
¿Qué consigue un mequetrefe al lado de una persona
importante? Pues parecer aún más mequetrefe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario