Me voy al Camino de Santiago.
Este verano, cuatro parejas tenemos planeado andar seis
jornadas del camino de Santiago y nos proponemos recorrer 117 kilómetros desde
Sarria a Compostela.
Si te juntas con amigos
largos ratos y no tienes nada que hacer te cansas. Sin
embargo, cuando hay una actividad compartida, la vida se organiza en torno a
ella y se hace mucho más interesante. Mi mujer ha descubierto esto en las webcampadas. Cuando hay algo que hacer, ya sea ir a ver un castillo, montar en
piragua, visitar un mercadillo o un museo,
se disfruta mucho más.
Comprar calcetines anti-ampollas, hablar de la preparación de
la mochila, hacer pequeñas marchas por Arenas para prepararnos, todo ello son buenas excusas para estar juntos y compartir la vida. Alguien podría pensar que esas
actividades y la marcha del camino en sí misma son lo importante pero se
equivocaría. Hacer el camino de Santiago, como tantas otras cosas, es la
justificación para poder disfrutar de la mutua compañía. Exceptuando, claro, a los que lo hagan con un sentido religioso.
Lo que quiero decir es que es bueno plantearte un proyecto porque la vida se hace mucho más interesante. La felicidad aparece como un subproducto derivado de ese actividad que centra tu comportamiento.
Mañana viajamos en coche a Sarria y al día siguiente caminaremos por primer día. Espero poder subir una especie de diario, en vivo y en directo, pero no prometo nada.
Lo que quiero decir es que es bueno plantearte un proyecto porque la vida se hace mucho más interesante. La felicidad aparece como un subproducto derivado de ese actividad que centra tu comportamiento.
Mañana viajamos en coche a Sarria y al día siguiente caminaremos por primer día. Espero poder subir una especie de diario, en vivo y en directo, pero no prometo nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario