03 junio, 2014

Las masas caprichosas y la política.

Cuando leí el libro "El maestro Juan Martínez que estaba allí" quise subir este texto pero no se presentó oportunidad. Ahora, me he acordado de él. 


¡Viva el zar!
      Quien hubiese estado en Kiev por entonces no hubiese soñado siquiera lo que iba a pasar en Rusia seis meses después. El zar hizo por aquellos días —octubre o noviembre de 1916— una visita oficial a Kiev y se le recibió con un entusiasmo delirante. Las calles estaban engalanadas y se organizaron numerosas manifestaciones de adhesión al emperador. Una mañana, Nicolás II salió a pasear en coche por las calles de Kiev y entró en varias tiendas para hacer compras, rodeado siempre por un inmenso gentío que le vitoreaba.
      No sé si todo aquello estaba preparado por las autoridades, pero lo cierto es que Nicolás II pudo muy bien equivocarse respecto a los sentimientos para con él de sus subditos, como me equivoqué yo al juzgarlos. No hubiese creído, aunque me lo jurasen, que a aquel hombre, al que la muchedumbre vitoreaba entusiásticamente, le iban a matar como a un perro sarnoso unos meses después.
      Pero ya he dicho que yo de estas cosas de política no entiendo.
Me acordé de este texto cuando nombraron al nuevo Papa. Los medios de comunicación lo ponían por las nubes. Cuando los medios de comunicación te agarran es para echarte a temblar. Con la misma facilidad con que te encumbran te hunden en la miseria. Las masas son terribles, son como un fuerza de agua desbocada. Corren rápidas y destructoras por donde les abran cauce.

Parece que un nuevo populismo antipolíticos recorre  Europa. Ha sucedido en varios países. En Gran Bretaña y en Francia es de derechas. Un amigo británico me decía que teníamos suerte porque en España es de izquierdas. A mí me parece tan peligroso uno como otro.

 "La antipolítica se ha asentado en cada país adaptándose a las quiebras emocionales locales."

Esto escribía Jose María Lassalle ayer en un artículo interesantísimo que merece la pena leer. Dice que existe la posibilidad de que se repitan circunstancias históricas similares a las que llevaron al triunfo de Hitler. También entonces hubo una terrible crisis económica. Como el pueblo de Kiev del que habla el texto de Chaves Nogales, las masas son ciegas y peligrosas. Por eso es tan importante saber quién dirige a las masas.

Pero no me he acordado de este texto solo por el populismo. También la abdicación me ha hecho acordarme. 



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