Espada escribe sobre "ocho apellidos vascos"
La película española más vista de la historia es Ocho apellidos vascos. Una comedia divertida, emotiva y ligera, cuyo recorrido por los tópicos no la deja siempre indemne, con chistes buenos y peores, perfectamente inspirada enBienvenue chez les Ch’tis, una célebre película francesa de tema similar aunque algo más sofisticada argumentalmente. A diferencia de la francesa la comedia española debe lidiar con dos espinosos problemas: la violencia y el separatismo. Las sonrisas y hasta las carcajadas del espectador conviven, así, con una retaguardia en estado de alerta: pero se producen, y francas, lo que es un mérito del género y de su director Emilio Martínez-Lázaro. Como suele suceder con las victorias de la Roja y las visitas del Papa de Roma las metáforas políticas se han abalanzado sobre la película, en busca de carnaza. La película ha sido interpretada como la definitiva entrada en la normalidad del País Vasco. Le basc qui rit! Y el gran interés de los espectadores por estos amores posibles entre un andaluz y una vasca ha sido interpretado como la prueba sentimental de que una gran mayoría de ciudadanos quiere acabar de una vez por todas con el enfrentamiento. Obviamente a cualquier español le pasan por la cabeza estas cosas, o similares, mientras discurre la película. Y es difícil no sentir una rara melancolía política ante el triunfo del amor y cavilar, incluso, sobre esta grandeza de los Estados plurales, opuesta a la letal simpleza segregacionista del nacionalismo, donde conviven gentes, climas y paisajes distintos, nortes y sures nítidamente marcados.
Hasta aquí Espada.
Si no lo entiendo mal lo que dice es que se trata simplemente de una comedia divertida. Su supuesta significación política no es tal.
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