15 febrero, 2014

Aborto y lenguaje.

El siglo XX hizo del lenguaje el centro de su reflexión. El lenguaje es el medio del conocimiento. El tipo de lenguaje que usemos es la primera aproximación a un tema.

Arcadi Espada, hablando del aborto, utiliza la expresión “esas células no-natas”. No sé si la expresión hará fortuna, pero Teosarapo la repitió, comentando una entrada que hice sobre el aborto.
En mis tiempos se usaba la palabra “feto”. Pero “feto” se refiere al producto del embarazo solo cuando ya tiene determinados meses de vida.
Más tarde, la asociaciones pro-vida han insistido mucho en la protección de “el embrión”. Han conseguido que en la mente de todos, “el embrión” sea un bien a proteger.
Por eso, Espada cambia el lenguaje. No es un embrión, son “células”. Simples células. Como las que te cogen en una biopsia. Unas células. Se oculta de ese modo la realidad, con unas palabras que parecen decir lo mismo pero engañan.

Me he enterado que Steve Job fue hijo de madre soltera y ésta, durante su embarazo estuvo pensando si abortar. Steve Job agradecía a su madre que no lo abortara, y lo diese en adopción.
Decir que el primer embrión que la madre llevaba en el vientre era Steve Job, decir eso, no es estrictamente cierto. Aún faltaba tiempo para que realmente Job estuviera formado y completo, para que fuese realmente él. Pero a la vez, y en otro sentido, es absolutamente verdad que “aquello” era Steve Job. Aquel mismo ser, aquel organismo que iba creciendo dentro del útero materno era Steve Job. Y no podía ser otro.


Y se trata de una trampa interesada decir que eran “unas células no-natas”. 

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