04 enero, 2014

CSI

A un amigo de mi hermano le robaron el coche. Se supone que lo cogieron para hacer un viaje, y tras la denuncia, a las pocas semanas la policía lo encontró en el lugar en el que lo abandonaron.

Una vez devuelto el coche y ya en casa, el dueño advirtió que había unas pequeñas manchas de sangre en el asiento de copiloto. Muy contento y esperanzado fue a comisaria a comunicar el descubrimiento. Quizás por el ADN se podría identificar a los delincuentes, pero cuando allí explicó que había unas manchas de sangre en la tapicería, el agente le respondió que se quitaban con agua y jabón.

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