20 diciembre, 2013

Ser visto y buen comportamiento.

Me encuentro esto en el blog que citabael otro día.

“En un estudio los sujetos engañaban más si las luces de la habitación estaban casi apagadas y no podían ser vistos y hay otros estudios muy famosos donde la gente engaña menos, o dona más para una organización, si hay un poster con unos ojos en la habitación. Pero más ilustrativo es un trabajo con estudiantes donde el mero hecho de que exista un espejo en la habitación, de que el sujeto se vea a sí mismo (y , por lo tanto, deduzca que es visible), disminuía la probabilidad de engañar ( 71% sin espejo, frente a 7% con espejo)”

Está más claro que el agua. En la medida en que yo cuento aquí y me siento observado en la relación que tengo con mis padres, en esa medida, me encuentro incapaz de hacer algo realmente malo. O dicho de otro modo. Sabiendo que me miran intento hacerlo mejor.


Claro, que estoy pensando que podría darse una especie de duplicidad entre la apariencia y la realidad. Podría contar las cosas de modo que resulten presentables (creyendo interesadamente que son así) aunque luego fuera otra la realidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario