08 noviembre, 2013

Sindicalismo y entrega en el trabajo.

Hay cosas que son incompatibles. Por ejemplo: la actitud sindical y la entrega que requieren algunos trabajos. Llamo la actitud sindical al deseo de "mejorar las condiciones de trabajo". Es verdad que esta expresión es ambigua y puede ser interpretada de muchos modos, pero todo el mundo entiende los siguientes ejemplos: "trabajar lo mismo y ganar mas" es mejorar, "ganar lo mismo y trabajar menos" es mejorar. Pero ¿y qué pasa si eres tú el que organizas tu propio trabajo y tienes poder para imponerte a ti mismo más o menos trabajo? Me explico: yo puedo hacer un único examen por evaluación o puedo hacer varios. Si hago varios supone más trabajo. Yo puedo mandar a los alumnos determinados ejercicios y luego tener que corregirlos o no mandarlos. Mi trabajo (mi tiempo de trabajo) aumenta o disminuye dependiendo de como me organice. Es verdad que mi obligación es hacer bien mi trabajo. Lo que tengo que conseguir es que los alumnos aprendan lo que tienen que aprender. Pero puedo entregarme poco o mucho a esa tarea. Seguramente pasa en otras profesiones pero está claro que al profesor le sucede. No puede uno querer ser buen profesor y a la vez querer trabajar el mínimo número de horas posible.

3 comentarios:

  1. arcimboldi8/11/13, 22:53

    Me contaba un siquiatra que es precisamente por esta razon por lo que la profesion docente genera tanta ansia entre quienes la ejercen y es a menudo fuente de conflictos morales en el sujeto: como bien has dicho, el profesor es bastante libre de emplearse mas o menos a fondo en su trabajo, el problema es que luego tiene que rendir cuentas ante su propia conciencia. Es el precio de la libertad.

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  2. Hombre, pero imagina que tuvieras que dar doce horas de clase al día de otras tantas materias diferentes. No tendrías apenas tiempo para preparar clases o exámenes. Tendrías que limitarte a lo mínimo y tus alumnos se verían perjudicados. También podrías hacer un esfuerzo extra para preparar las clases en tu escaso tiempo libre pero entonces no podrías dedicárselo a tu familia y los perjudicados serían ellos y a la larga tú, que podrías acabar enfermando por dormir poco y trabajar mucho.

    Los sindicatos no tienen muy buena prensa últimamente, pero hay que reconocer que gracias a ellos y a trabajadores que se sacrificaron antes de nosotros, tú tienes un trabajo que te permite tener una buena vida y hacer reflexiones como la que has hecho. Después obviamente hay una parte de responsabilidad personal y es cierto que no se puede hacer (casi) nada bien si no se dedica tiempo y esfuerzo. Pero esa responsabilidad necesita libertad. Digo yo.

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  3. Creo, como tú, que la historia del sindicalismo es algo valioso. Y la reivindicación de los derechos conseguidos hasta ahora está muy bien. No digo que los sindicatos sean innecesarios. Creo que son necesarios.
    También te doy la razón en lo que dices en el primer párrafo. Si los profesores tuvieran un horario muy cargado no dedicarían tiempo en casa a corregir o preparar. Es absolutamente verdad. Por ese motivo el número de horas de clase no ocupa ni con mucho las 37 horas que tiene nuestra jornada laboral. Se supone que el tiempo que no tienes clases, ni reuniones, ni guardias lo pasas en tu casa preparando y corrigiendo.
    Pero lo que yo decía es que hay lógicas que son incompatibles. Si te dejas gobernar por una no puedes hacerlo por la otra. O se produce un lío. Quizás debe existir una lógica sindical al luchar por establecer las condiciones generales de trabajo, pero luego, una vez que se han conseguido unas condiciones aceptables hay que cambiar de lógica. Si el profesor siguiera con esa lógica reivindicativa en el día a día podría trabajar poquísimo. Gracias por tu comentario que ha servido para aclararlo y también de algún modo aclararme a mí mismo.

    Próximamente quería hacer una entrada sobre recortes en educación.

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