05 noviembre, 2013

COMENTARIOS SIN RESPUESTA

Imaginad un blog que tuviera pocos lectores y pocos comentarios. ¿No habría su autor de responder solícito cuando apareciera un nuevo comentarista para tenerlo contento y que repitiera? Sí, eso es lo que haría una persona educada, por cortesía elemental. Sí, eso es lo que haría una persona sensata, aunque solo fuera por el puro egoísmo de conservar un lector.

¿Por qué en este blog  muchos comentarios se quedan sin respuesta o la respuesta tarda semanas en llegar?
Yo también me lo pregunto. ¿Llegará mi mala educación a tan alto nivel? ¿Será solo que soy bobo? No encuentro respuestas concluyentes a estos interrogantes.

Solo se me ocurre una escusa y es muy pobre. Muchas veces cuando encuentro un comentario nuevo lo hago leyendo en el Ipad y le doy de paso desde allí. En el Ipad es muy incomodo escribir, de manera que la respuesta (que siempre me propongo hacer) se queda aplazada para más adelante, cuando me siente frente al ordenador. Pero para entonces hay otras cosas más urgentes que hacer, escribir la nueva entrada, por ejemplo. Escribir una entrada diaria lleva tiempo, incluso aunque no la pienses mucho, como es mi caso. Pero con todo, es imperdonable que el autor de un blog no tenga la delicadeza de responder cuando alguien se ha tomado la molestia de leer su entrada y comentar algo.

En fin, quería reproducir aquí dos comentarios –algunos de Teosarapo también quedaron sin respuesta pero él lo perdona todo- y responderles. Suponiendo –que me parece mucho suponer- que sus autores aún estén por aquí.  Pero por mí que no quede.

Uno es de marta el día 25/10/13

Llegué a tu blog siguiendo el rastro de Uriarte y me he quedado por lo de tu madre, por ver como lo llevas y porque me hace bien sentir que no estoy sola. Yo también voy todos los días a ver a la mía y también se que por mucho que vaya siempre me queda la duda de si habré hecho bastante.Es doloroso, sobre todo esta etapa en que cada día pierde un puñado de neuronas y ella se da cuenta. Pero te digo que es una fuente inagotable de conocimiento de mi misma. Es la última enseñanza que recibo de ella y no me la quiero perder.

El segundo es de Babel el día 21/10/13

Tu padre demuestra un excelente gusto literario. Los novios es una obra maestra de la literatura italiana. Pocos escritos han configurado no solo la forma mentis de un pueblo, sino también la propia lengua nacional como esta novela de Manzoni. Además, como cualquier gran novela decimonónica ayuda a desvelar profundidades del alma humana mejor, acaso, que un tratado de psicología; no me sorprende nada que tu padre se haya enfrascado en su lectura. Tal vez podrías probar a leerla tú: seguro que encontrarías un tema de conversación con tu padre.En cuanto al síndrome del ojo seco, te recomiendo que le regales un producto a base de espino amarillo, rico en ácidos omega 7, un potente hidratante de las mucosas oculares. Se toma por vía oral y lo encuentras en farmacias, parafarmacias o herbolarios. No estoy bromeando, te aseguro que una cura intensiva a base de omega 7 si no resolverlo, sin duda aliviará el síndrome de tu padre. Y, de paso, a lo mejor consigues sacarlo de su mutismo y lograr, que cuando vas a verlo, alce la vista del libro

Marta, te agradezco el comentario. Lo que dices, “que es una fuente inagotable de conocimiento de mi misma” es el tipo de razones que necesito, es el tipo de razones que necesita una persona egoísta como yo para encontrarle sentido a la tarea de cuidar a un anciano.
Al mismo tiempo, te diré que me encantaría tener razones del todo altruistas. Me gustaría que mi amor me llevara en volandas a la tarea. Me gustaría que mis esfuerzos no nacieran de una motivación, huir de la vergüenza o la culpa de ser un mal hijo, y manaran de un deseo de hacerla a ella lo más feliz posible. Aunque a falta de esto último bien está encontrar otros motivos para hacer los últimos favores que podemos hacerles.

Babel, voy a buscar ese producto que me dices para los ojos de mi padre. Pero aún no lo he hecho. No tengo la sensación de hacer muchas cosas de provecho y sin embargo se pasan las tardes y no encuentro tiempo para nada. ¿Será la siesta?
Con respecto a la novela de Manzoni hubo un momento, un poco más allá de la mitad, en que mi padre se cansó. Dijo que ya lo tenía suficientemente visto. Las de Manzoni le parecían explicaciones demasiado prolijas sobre las motivaciones de los personajes. Un día, sin previo aviso, lo encontré leyendo Ana Karenina, que mi hermana acababa de leer y que le había pasado. “Éste sí, este sí es moderno”  dijo.  No entiendo bien qué quería decir. Aún está enfrascado con ella. De vez en cuando les cuenta a mi madre y a la mujer que los cuida lo que va sucediendo. Hasta a mi madre le han entrado ganas de leerla, pero la pobre no puede porque no ve nada y ni siquiera en un ebook con letra grande puede leer. A parte que no creo que pudiera acordarse de lo que leyó el día anterior.

Hoy precisamente le he traído una traducción nueva de la biblioteca. La que tenía no le gustaba. Junto a Ana Karenina estaba “Guerra y Paz” y he tenido tentaciones de traérmelo  para casa. ¿Pero cuando encontraría tiempo de leerlo?

2 comentarios:

  1. Sí, sí. Sigo por aquí.
    Atender a los padres mayores es duro, pesado., pero hay que hacerlo y bien. Hay deberes que no se pueden obviar. Esto en filosofía debe tener algún nombre, no?
    Y que difícil es tratarlo con los hermanos, cuando veíamos las pelis de Bergman no adivinamos que algún día seríamos protagonistas.
    Gracias por compartir tu experiencia. Se habla poco del tema de los padres mayores en las redes.

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  2. Me alegro que no hayas desaparecido pese a mi tardanza en responder.

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