14 octubre, 2013

La creencia religiosa

En mi libro de filosofía de primero de bachillerato explica que el saber filosófico se diferencia de la ignorancia, la opinión y la creencia.

Cuando habla de la creencia dice: “es la adhesión personal a una idea, teoría, afirmación o dogma, cuyo fundamento es, precisamente, esa adhesión.”

Cuando se habla de la creencia religiosa, mucha gente cree que la creencia religiosa es la adhesión a una idea. Yo no creo que la fe se algo teórico. No es cuestión de ideas. La creencia religiosa se parece más a la fe que un niño tiene en su padre. Por ejemplo, la confianza de un niño que salta desde algún sitio a los brazos de su padre.

Para hablar de la creencia a mis alumnos les pongo el siguiente ejemplo:
Imagina que tienes un amigo muy amigo. Imagina que lo acusan de un delito grave. Imagina que todas las pruebas apuntan en su contra. Imagina que algunas son pruebas científicas. Imagina que lo juzgan y lo condenan. Tu amigo “es” culpable ante los ojos de todos. Pero tú lo vas a ver a la cárcel, ya condenado, y él te jura que es inocente. Te dice que no entiende como las pruebas pueden acusarlo a él, que es absurdo, pero te repite una y otra vez (siempre que tú le preguntas) que no cometió ese crimen. Y tú, pese a todas las pruebas en contra, le crees.

La fe religiosa se parece a esa fe personal en alguien. No es fe en unas ideas. La fe religiosa no es la adhesión a unos dogmas teóricos. Es la confianza vivencial en alguien.
A mí me parece una simpleza pensar que se puede saber quién es creyente o no preguntando a la persona si cree en Dios. Alguien puede decir que cree en Dios pero luego no se fía ni de su padre. ¿Cómo se va a fiar de Dios si no se fía de su padre?


Se ha hablado mucho de la “ortodoxia”. Alguien hablaba de la “ortopraxis”. Para saber si alguien es creyente habría que examinar su praxis, más que sus ideas. ¿no?

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