Discriminación positiva.
Adela Cortina dice que los españoles no somos racistas. Tenemos aporofobia. Es decir, aversión por la persona sin salida, sin recursos, en una palabra: aversión por los pobres.
En “El animal social” se cuentan algunos experimentos en los cuales se muestra que para una persona racista el discurso de un negro defendiendo una tesis cualquiera goza de menor credibilidad que el de un blanco. Sin embargo, si la persona no es racista, tiene más credibilidad el negro. Es como si quisiéramos compensar la discriminación que han sufrido y para ello le damos un plus añadido de credibilidad.
Algo así creo que ha pasado en el bar de nuestro barrio. La que lo lleva es una negrita que yo había conocido trabajando de camarera en otro bar. Los españoles usamos "negrita", porque lo otro nos suena demasiado fuerte. Es una mujer cubana y según nos contó cogió el traspaso del bar “harta de hacer horas para otro”. La verdad es que es buena cocinera, sus pinchos son muy ricos y los precios convenientes. El caso es que se ha hecho con la gente del barrio y el bar siempre está lleno. Su marido trabajaba en la construcción y cuando se quedó en paro decidieron poner el bar entre los dos.
A mí me parece que ser negros les ha beneficiado. Es cierto que ella es simpática y su marido agradable también. Podían haber tenido un éxito similar siendo blancos, pero a mí me parece que la gente los ve con mejores ojos por el hecho de ser negros. Salta a la vista que son dos extranjeros buscándose la vida y la gente ha querido apoyarlos desde el principio. Es como si además de tomarnos la caña hiciéramos un favor. Es un sentimiento que he notado en mí, pero también en mi mujer y sospecho que a todo el barrio le sucede lo mismo.
Es como si pudiéramos sacarnos un carnet de no racistas y además beber y comer bien.
Me parece muy interesante tu teoría sobre el bar de tu barrio y cómo lo relacionas con estudios experimentales.
ResponderEliminarMe gusta.
Muchas gracias por tus comentarios. Bienvenida por aquí.
ResponderEliminar