08 agosto, 2008

SALUDOS

Paseo mucho por el camino que sube de Arenas al Monasterio de S. Pedro de Alcántara. ¿Qué hacer con la gente que te encuentras de frente y no conoces? ¿Vosotros la saludaríais? ¿Cuándo saludáis a quien no conocéis? ¿Tenéis un criterio claro o actuáis improvisando?
Yo tengo una norma pero no siempre la aplico. En principio saludo a todo el mundo, aunque en ocasiones cuando la persona no me mira o parece querer esquivarme no lo hago. O sí, depende.
Luego hay otro problema. Grave problema. ¿Vosotros qué decís? ¿Hola? ¿Buenos días? ¿Adiós? ¿Hasta luego? No todas las expresiones dicen lo mismo aunque todas sean un saludo. Yo la verdad es que no lo tengo nada claro.

Con respecto a este asunto tengo una deuda con mi padre. Os cuento. Mi padre no saluda a tontas y a locas. Cuando se arranca sabe lo que hace y le disgusta que otra gente no lo sepa. No podéis imaginar el enfado que le produce que alguien haga referencia al tiempo atmosférico cuando él le desea los “buenos días”.

“Digo buenos días por decir algo, porque menudo tiempo tenemos“ dice alguien repitiendo un tópico, y el pobre hombre no sabe lo que ha hecho, ni la que se le viene encima.

“Se equivoca usted. No ha entendido lo que significa mi saludo. Cuando digo “buenos días” no es que haga una constatación de nada. No confirmo que hace buen tiempo. Está usted en un error. Se trata de un deseo. Le deseo que tenga usted un “buen día”. ¿Comprende? Y no se refiere al tiempo. Si llueve, hace sol o graniza es indiferente para que un día sea bueno o malo. ¿Lo entiende usted? Cuando le digo “buenos días” lo que hago es desearle que tenga usted buenos días. Con independencia del tiempo que haga”

Todo esto lo dice con voz enérgica y un poco irritado porque ya lo ha explicado muchas veces a mucha gente diferente y ante tanta repetición, él termina creyendo que se trata de las mismas personas y que la gente no se termina de enterar.

En fin, mi padre. Algo de él creo que me ha quedado.

Me encuentro con dos jovencitas al atardecer. “Buenas”, digo, e inmediatamente me asalta la duda de si mi inconsciente lo habrá dicho para saludar o será un calificativo de como me parece que están las chavalas. Con este último saludo me pasa lo siguiente. Veamos. Muchas veces, sin pensar, a cualquier hora del día, y sea quien sea a quien saludo, me viene a la boca esta abreviatura de “buenas tardes” o buenas noches”: “Buenas”. Y enseguida me asalta una inquietud. ¿Tiene sentido decirlo por la mañana? ¿No es una incoherencia?¿No estoy desvirtuando el lenguaje al usar esta expresión al amanecer?

Algunos días voy a correr al camino de S. Pedro. Cuando corro surge un nuevo problema. ¡Dios mío, mi vida está llena de problemas! Ya os he dicho que saludo a los que encuentro de frente pero… ¿cómo actuar ante las personas a las que adelanto? Ellos no me ven llegar y paso rápido a su lado sin que casi tengan tiempo a darse cuenta. Para saludarlos tendría que volver la cabeza hacia atrás a la vez que sigo corriendo hacia delante. ¿Vosotros qué haríais?
El otro día, subiendo, adelanté a un matrimonio cuando ya casi llegábamos ambos el monasterio. Al rebasarlo les dije “hasta luego” y ellos respondieron “adiós”. Entonces me volví y me puse a trotar a su lado al ritmo que ellos andaban.

- Disculpen, cuando digo “hasta luego” lo digo con conocimiento de causa, me explico: no lo digo por decir, no se trata de que haya sido lo primero que se me ha venido a la cabeza, no. Si utilizo esas palabras es porque como éste es un camino de subida y bajada, al ritmo que voy dentro de tres minutos estaré bajando y volveré a encontrarlos a ustedes que aún seguirán subiendo. ¿Se dan cuenta? Dentro de unos minutos vamos a volver a vernos y sólo ya entonces les diré “adios”, porque posiblemente ya no nos veamos más. ¿Lo entienden?

Todo esto lo solté muy deprisa y tras mi intervención se hicieron unos segundos de silencio. Después el hombre balbuceó un “si, si”.

“Hasta luego, entonces.” Les dije y me adelanté corriendo.

4 comentarios:

  1. Hepta, yo no suelo saludar si voy caminando pero cuando salgo a correr parece que los fondistas tienen una especie de código que les obliga a saludarse allí donde se reconocen corriendo.
    Es una costumbre sana, allí en todo lo alto del esfuerzo.
    he de reconocer que mi natural leonés me incapacia seriamente para la sociabilidad y en el fondo a mí lo que suele apetecerme es mandar a alguien a tomar por el culo o ignorarle. Pero con dolor voy entrando por el aro. Ya dijo Freud que la cultura es un malestar.

    ResponderEliminar
  2. Perdón, donde dije Hepta, dígase LOIAYIRGA

    ResponderEliminar
  3. Como yo sé que me explico mal (no puedo hacer de profesor razonante) opté, desde joven, por el saludo sin palabras. Se espera a que se crucen las miradas y en ese momento hago uno de los mil gestos posibles.

    ResponderEliminar