27 diciembre, 2007

VIAJAR

Una anciana se lamentaba ante su párroco de que era muy vieja y pronto le tocaría morirse.
- No se preocupe, mujer, piense que en cielo se reunirá usted con Dios, con la Virgen, con S. José...
- Si, padre, pero como en su casa uno...
Viajar es absurdo. Siempre que viajo me acuerdo. En casa tienes de todo y todo a tu cómoda disposición. "El que quiera comodidades que se quede en casa" decía mi suegro.
¿Por qué viajamos?
Hace muchos años me lo pregunté y encontré tres razones.
1. La primera razón es para conocer mundo. Yo antes me creía que ésta era la principal. Y seguramente es la primera explicación que da en un primer momento cualquiera al que le pregunten.
- Existe un conocimiento experiencial, físico, presencial. Es el que se busca en el viaje. Te paseas por Trafalgar Square, entras en S. Martin in the Fields, sales y entras en la National Gallery... Has estado allí, lo has visto con tus ojos, has pateado sus calles, respirado el aire de Londres...
- Conocer también es otra cosa. Es el conocimiento que dan los libros. Es muy distinto. En un sentido mucho más pobre, pero en otro mucho más rico porque atiende a lo general, a lo importante, a la significación... Creo que en un sentido aprendo más sobre los británicos leyendo un libro de sociología sobre ellos que viendolos pasear por sus calles en un viaje turístico de cinco días.
Seguramente ambos conocimientos son complementarios.
2. La segunda razón es para cambiar. Cambiar de aires, de comidas, de horarios, de rutinas, de gentes... Según Escohotado las drogas pueden proporcionar tres cosas: paz, energía o viaje. Las últimas son las drogas visionarias que cambian nuestra percepción del mundo. Me di cuenta para qué servían los viajes cuando leí esta explicación sobre las drogas. Nos aburre la quietud y lo consabido de nuestra vida y necesitamos excitación, diversión, distracción, aventura, en una palabra: viaje.
Es cierta esta necesidad. Pero siempre que viajo tengo la sensación de que lo hago para retornar a lo conocido con más gusto... ¡qué bien se está en casa!
3. La tercera no es confesable. Habría que distinguir las explicaciones "etic" y "emic". Estos son dos términos que se utilizan en antropología para refererise a las explicaciones de una costumbre que dan los propios sujetos investigados (emic) o las explicaciones "objetivas" que da de ellos el investigador desde fuera (etic). Esta razón pertenece al "etic" y no entra en las explicación que dan de su conducta los actores, pero es tan real o más que las otras, aunque la vivamos de un modo inconsciente. Yo lo llamaría "el componente social de todo". Se trata de la significación que nuestros actos tienen para los demás.
Viajar está prestigiado. Viajar viste. En esto sucede como en la publicidad. Nadie reconoce comprar nada porque lo anuncien pero la publicidad, por lo visto, funciona... con los demás.



.........................
Me encuentro en Santander with my wife and my daughter. Mañana, día 27, volamos para Londres con unos amigos. Hasta el día cuatro. A casa de my brother. Me llevo el ordenador para conectarme desde allí pero no sé si podrá ser. Si no apareciera hasta el día cuatro... ya lo saben.

5 comentarios:

  1. También se viaja para no lavar, no poner lavadoras y no ir al notario durante un tiempo.
    Yo creo que podría estar siempre viajando.

    ResponderEliminar
  2. Siempre me ha gustado viajar. La sensación de excitación y expectación que tengo al llegar a un lugar no conocido me compensa las incomodidades del viaje (que procuro minimizar).

    Me gusta descubrir una ciudad mapa en mano, orientarme: me encanta, es resolver un nuevo crucigrama...

    Y me encanta descubrir nuevos paisajes, la cabecera de mi blog (no se por cuanto tiempo) es una foto del Serengeti. ¿Cómo describir lo que sentía cuando hice esa foto al ver atardecer sobre la llanura africana?.

    Soy el primero en decir que si no sientes nada en esos momentos, mejor no viajar.

    ResponderEliminar
  3. He entrado por vez primera en tu blog y ¡que casualidad!¡No puedo creerlo! Esas figuras en la ventana son las mismas que fotografié hace poco más de 1 semana (en Nochebuena para ser exactos)en la vieja pared de la fábrica de Mirat. Claro, tu vives cerca de allí ¿no? Soy tu casi-primo y cuelgo mis fotos en www.usebio.shutterchance.com
    Pensaba poner esas figuras misteriosas un día de estos, así que lo haré mañana para tí. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. (o Jesús; soy el mismo de antes)
    No comenté nada sobre el hecho de viajar, pero creo que has desmenuzado muy bien las causas por las que lo hacemos. A mi, en cualquier caso, creo que me influye más la segunda que las otras. Yo añadiría una cuarta, muy obvia: la necesidad de sentir el movimiento. Parece lo mismo que tu segunda razón, pero creo que no lo es. Esta razón cinética a mi me afecta. Sea como fuere, me encanta viajar y coincido con los comentarios previos de pipurrax y heptafon: creo que podría estar haciéndolo de contínuo y encuentro emoción hasta en el hecho de interpretar un plano y situarme en cualquier lugar desconocido. Viajemos pues y adónde sea. Saludos

    ResponderEliminar
  5. Primo, te he añadido a mis enlaces.

    ResponderEliminar