IMPRESIONES
1. ETA (su aparato militar, no Batasuna que tiene nuevos fondos del Estado) está muy mal. La policía (francesa y española) le tiene tomada la medida. Ya en los tiempos de Aznar se decía que estaba agujereada por topos y que querían renovar toda su estructura porque tenían mucho miedo a los chivatos. Los muchos golpes que se le han dado desde que acabó la tregua muestran que tiene muchas dificultades para matar.
2. Zapatero llegó al Gobierno y quiso aprovechar esta coyuntura electoralmente. Pensó que podía ser ÉL quien “firmara la paz” y creyó que podía rentabilizarlo electoralmente. Pasando del pacto que tenía con el PP presentó una declaración en el Congreso en que se le ofrecía a ETA la posibilidad de terminar con la violencia de una manera dialogada.
3. ¿qué podía haber hecho en lugar de ésto? Esperar. Mantener la política que tan buenos resultados había dado hasta ese momento, seguir con el pacto antiterrorista hasta que ETA (si es cierto que está tan mal como parece) hubiera dado algún indicio público de querer terminar. Pero de esta manera él no era EL ANUNCIADOR DE LA PAZ. Él quiso ser el primero que tendía la mano para hacer las paces. Él no se resignó a que EL FINAL cayera como fruta madura después de un “férreo marcaje” que podía ser largo. Él tomó la iniciativa porque quería GANAR VOTOS A COSTA DE LA PAZ.
4. Ignacio Sotelo explicaba un día en un artículo (que ya coloqué aquí) de qué modo quiso combinar Zapatero la cesión ante el nacionalismo catalán (el Estatut) con la búsqueda de la paz.
5. ¿Y el precio político? ¿qué pasa con el tan cacareado precio político?
Nadie tiene que ceder nada. Se reunen nacionalistas, socialistas y populares y acuerdan un nuevo marco jurídico. Si los populares no quieren aceptar lo que todos los demás desean es su problema (ya se quedaron fuera en el Estatut). Los socialistas pueden acercar sus posturas a las nacionalistas tanto como sea necesario para que la ETA se dé por satisfecha. Nadie paga precio ninguno por nada. Los socialistas pueden querer ahora más autogobierno para Euskadi, otro marco jurídico para Navarra o lo que sea. ¿Acaso no son libres los socialistas para votar libremente lo que quieran? ¿Es que no pueden los socialistas vascos convertirse en nacionalistas si así lo desean?
6. La oposición del PP no les dejó ningún margen de negociación. Cualquier mínimo gesto (aquella reunión, por ejemplo entre Patxi Lopez y Otegui) fue denunciado como ilegítimo. La opinión pública (o un gran sector de ella) se negó a la más pequeña concesión. ETA tirando de la cuerda por un lado y la opinión pública, sin dejar al Gobierno moverse gran cosa, por otro terminó con el proceso de paz.
7. Si vuelve a ganar Zapatero y ETA sigue tan mal como parece ¿por qué no jugar el segundo tiempo del partido, como lo llama Mayor Oreja? ¿Por qué no encontrar un final razonable al conflicto político que ya admitió el Presidente que existía?
Un final razonable, según Zapatero, es aquel en el cual ETA y los nacionalistas consiguen parte de aquello por lo que siempre lucharon y nosotros conseguimos no tener mas muertos. Según él ante este último objetivo todo puede sacrificarse.
2. Zapatero llegó al Gobierno y quiso aprovechar esta coyuntura electoralmente. Pensó que podía ser ÉL quien “firmara la paz” y creyó que podía rentabilizarlo electoralmente. Pasando del pacto que tenía con el PP presentó una declaración en el Congreso en que se le ofrecía a ETA la posibilidad de terminar con la violencia de una manera dialogada.
3. ¿qué podía haber hecho en lugar de ésto? Esperar. Mantener la política que tan buenos resultados había dado hasta ese momento, seguir con el pacto antiterrorista hasta que ETA (si es cierto que está tan mal como parece) hubiera dado algún indicio público de querer terminar. Pero de esta manera él no era EL ANUNCIADOR DE LA PAZ. Él quiso ser el primero que tendía la mano para hacer las paces. Él no se resignó a que EL FINAL cayera como fruta madura después de un “férreo marcaje” que podía ser largo. Él tomó la iniciativa porque quería GANAR VOTOS A COSTA DE LA PAZ.
4. Ignacio Sotelo explicaba un día en un artículo (que ya coloqué aquí) de qué modo quiso combinar Zapatero la cesión ante el nacionalismo catalán (el Estatut) con la búsqueda de la paz.
5. ¿Y el precio político? ¿qué pasa con el tan cacareado precio político?
Nadie tiene que ceder nada. Se reunen nacionalistas, socialistas y populares y acuerdan un nuevo marco jurídico. Si los populares no quieren aceptar lo que todos los demás desean es su problema (ya se quedaron fuera en el Estatut). Los socialistas pueden acercar sus posturas a las nacionalistas tanto como sea necesario para que la ETA se dé por satisfecha. Nadie paga precio ninguno por nada. Los socialistas pueden querer ahora más autogobierno para Euskadi, otro marco jurídico para Navarra o lo que sea. ¿Acaso no son libres los socialistas para votar libremente lo que quieran? ¿Es que no pueden los socialistas vascos convertirse en nacionalistas si así lo desean?
6. La oposición del PP no les dejó ningún margen de negociación. Cualquier mínimo gesto (aquella reunión, por ejemplo entre Patxi Lopez y Otegui) fue denunciado como ilegítimo. La opinión pública (o un gran sector de ella) se negó a la más pequeña concesión. ETA tirando de la cuerda por un lado y la opinión pública, sin dejar al Gobierno moverse gran cosa, por otro terminó con el proceso de paz.
7. Si vuelve a ganar Zapatero y ETA sigue tan mal como parece ¿por qué no jugar el segundo tiempo del partido, como lo llama Mayor Oreja? ¿Por qué no encontrar un final razonable al conflicto político que ya admitió el Presidente que existía?
Un final razonable, según Zapatero, es aquel en el cual ETA y los nacionalistas consiguen parte de aquello por lo que siempre lucharon y nosotros conseguimos no tener mas muertos. Según él ante este último objetivo todo puede sacrificarse.
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