16 junio, 2017

La condición de víctima (con motivo de la película "Múltiple")

(Esta entrada contiene spoilers, pero no importa porque si no ves la película tampoco es ninguna desgracia) 
Múltiple es un entretenido thriller psicológico. El personaje principal es un tipo con personalidad múltiple que alberga hasta ventitantas personalidades dentro. El hombre ha secuestrado a tres chicas y la película transcurre contándonos su relación con ellas y con una psiquiatra a la que su personalidad más civilizada pide citas reiteradamente.
¿Por qué os hablo de esta película? Por una razón. La importancia de la víctima en nuestro mundo. Hoy en día si no eres víctima no eres nadie.
El protagonista fue un niño maltratado. No sabemos si esa es la raíz de su trastorno, pero en todo caso en esa infancia infeliz está la motivación de su secuestro. Kevin quiere hacer sufrir a las dos adolescentes que ha secuestrado. Por cierto, las jovencitas, a lo largo de la película van perdiendo ropa poco a poco. Moderadamente, tampoco penséis que es una peli porno. Pero dije que eran tres chicas. ¿Y la tercera? Se encontraba con las demás en el momento del secuestro y es secuestrada accidentalmente, digámoslo así. Pero será ella precisamente la que nos dé la clave de todo. A lo largo de la película han ido apareciendo recuerdos de esta joven y al final se deja entrever que también ella sufrió abusos a manos de su tío.
Y aquí viene el climax de la película. Cuando la personalidad más fiera de Kevin emerge y ha matado ya a las otras dos jóvenes y se dispone a matar a la tercera, Kevin arranca la camiseta a esta pobre chica, dejándola con un púdico top,  y su cuerpo nos muestra por primera vez un montón de cicatrices de quemaduras de cigarros que confirman la sospecha que ya tenía el espectador.  
Y entonces ¡oh milagro! al ver las cicatrices Kevin se da cuenta. “Tú no eres como las demás”. Las otras eran niñas pijas criadas entre algodones y Kevin no tuvo piedad con ellas, pero ante el descubrimiento –la tercera es una víctima- todo cambia. Kevin le perdona la vida y huye sin hacerle nada.
Aquí acaba la película. Ser víctima es bueno. Ser víctima es una condición protectora. La protagonista buena de la peli se salva por ser víctima. Se salva sin que tenga que hacer nada más que mostrarnos sus cicatrices, prueba inequívoca de su condición.
Mi amigo Ángel está disgustado porque la izquierda española ha sustituido al ciudadano por la víctima como sujeto de los derechos sociales. Es muy interesante, lo dice aquí.

2 comentarios:

  1. Quizá en la película (sin haberla visto) esa tercera víctima no se salva solo por serlo sino por recordarle al protagonista que ella podría ser él. Matarla a ella es matarse a sí mismo. Por fín consigue empatizar al verse semejante. No mata a las otras por no ser víctimas sino porque no las reconoce como iguales. La crítica podría ser (si es posible hacer alguna con un argumento tan brutal): es fácil reconocer como igual y salvar al de tu misma condición pero no al otro, al que es diferente.
    Intentando buscar un paralelismo con la política, quizá debieramos ver que la diferencia está en todas direcciones, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

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  2. Es cierto. La razón por la cual el asesino la perdona es porque la reconoce como igual. No es tanto por ser víctima sino porque se puede identificar con ella. Con lo cual la idea mía de que es bueno ser víctima ya no vale. ¿Te parece bonito, Isaac? ¿Haber estropeado así la esencia de esta entrada?
    :)

    Los seres humanos tenemos heterofobia (aversión a los diferente). Y por contra solidaridad con lo igual.
    Lo que no entiendo es tu última frase.

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