09 junio, 2016

La fuerza de Podemos.

Estoy impresionado por la fuerza de Podemos. La política de gestos en su llegada al Congreso que acaparaba toda la atención, el catálogo de Ikea, el lema de la campaña *, el documental de Aranoa. Nos guste o no han venido para quedarse. Siento ante ellos la misma fascinación que ante el 15 M. Tienen la fuerza arrolladora de la juventud y la astucia de la vieja política. En su dominio de cómo funcionan las cosas me recuerdan al PSOE de Felipe y Guerra. En aquellos tiempos, en que los resultados tras el escrutinio tardaban mucho, Guerra clavó los resultados inmediatamente después de cerrarse los colegios.

Si me seducen a mí, que no voy a votarlos, ¿qué pasará con tanta gente más ingenua que yo?

No me cabe ninguna duda –tampoco hace falta ser adivino- que tendrá más votos que el PSOE.

Tras entrar en el Congreso tienen una ventaja. Ya todo el mundo los ve como formando parte de la política española y el miedo a lo nuevo desaparece. Iglesias ha sido recibido por el Rey. Es uno más.
Ya no son perroflautas. Mucha gente que hace unos meses no se planteaba votarlos puede ahora cambiar.

No creo que vaya a suceder, pero si la noche electoral me dicen que tienen casi tantos votos como el PP, diría ¡lo sabía! 







* Ya sabéis que su lema presenta variantes en cada sitio. 

En Cataluña "la sonrisa de un país" se convierte en "la sonrisa de los pueblos". 

2 comentarios:

  1. Estuve en un mitin de Podemos hace un año y medio en Barcelona. Hice un reportaje fotográfico que no sé si te he pasado. Dura lo que la canción de Lluís Llach. PABLO IGLESIAS EN BARCELONA Los rostros de la gente son expresivos. Están a la espera de un nuevo mesías. Hoy he visto cinco minutos de un vídeo en que Pablo Iglesias responde preguntas on line. Me deja turulato la falta de talla política de este personaje. Todo lo que dice son tópicos, vaciedades, obviedades, y las dice como si estuviera diciendo algo realmente consistente, pero es nada. La vaciedad de Podemos es espeluznante. Pero parece que seduce a la gente y mucho. Para mí es un factor de un peligro terrible para la democracia en España. Si este individuo se hace con el poder, nos vamos al garete. Es como poner un fórmula uno en manos de un conductor del tres al cuarto como yo pero creyéndoselo. Ya sé que los políticos no han tenido auténtica talla, pero un aventurero, un matasiete, un individuo que solo tiene ocurrencias es muy peligroso para un sistema político frágil como el español. No entiendo que este sujeto ni su banda pueda seducir sino a personas poco formadas políticamente. Y los comunistas vuelven a sacar sin vergüenza su hoz y martillo en las fotos cuando son los herederos ideológicos de las peores masacres del siglo XX, aun peores que las nazis sin quitar malignidad a estas. Lo que pretenden es volver a la guerra civil pero con otros vencedores.

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  2. A mi también me sorprende la fuerza de podemos. Símplemente siguen el patrón de los partidos mayoritarios. Por eso me sorprende el éxito que tienen precisamente cuando lo que ofrecen es más de lo mismo: partidismo, soberbia, poner a parir al otro antes que nada (que es lo que hacen con ciudadanos). Y ciudadanos entra al trapo, no quieren saber nada de ellos. ¿Pero no habíamos quedado que había que buscar el entendimiento?. Es dificil con estos interlocutores que lo tienen todo muy claro. Leí hace años un interesante artículo de como superar la confrontación izquierda-derecha, se titulaba "por una política bisexual": http://elpais.com/elpais/2012/04/25/opinion/1335361439_275076.html Pondré un ejemplo extremo, renta básica universal y despido libre, ¿se complementarían?, es solo una hipótesis.

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