12 abril, 2018

Poemas no nostálgicos de Eloy Sanchez Rosillo.

No le entusiasmó a Pseudópodo Sánchez Rosillo según nos decía en el comentario a la entrada anterior. Demasiada nostalgia.
Llevas razón, hombre. Pero si a un poeta le quitas la nostalgia... ¿Qué le queda?

Le quedan cosas como esta:

EL SECRETO. 

Por si acaso se asusta la alegría
y se apresura a irse, 
se la escondo a la gente y no le digo a nadie 
que ha llegado a mi casa después de mucho tiempo. 
Hablo con ella, y con frecuencia verla 
de nuevo tan cercana
me hace llorar, y río. 
Después la dejo sola y yo me voy 
a la calle muy serio. 
A nadie le diré que ha venido a mi casa. 
Espero que esté aquí cuando regrese. 


O como esta otra:


CANCIÓN DE MARZO. 

Abrí el balcón y vi la maravilla:
estaba ahí la primavera.
¿Cómo pudo ser todo así, tan simple?
Algo raro ocurrió. 
El balcón de una casa
cualquiera, en una calle
de una ciudad cualquiera.
Abrí y miré. Eso tan solo hice. 
Y sucedió el prodigio. 
Qué cosa tan extraña. 
Mi casa era un palacio.
Yo era el rey de la vida. 
El balcón daba a marzo, 
a un día de jilgueros. 

Están sacados de su libro "LA CERTEZA". Sanchez Rosillo varía bastante de unos libros a otros, o de unos poemas a otros. Con respecto a su fe en la vida, me refiero. A veces está cenizo el hombre. "Sentimos frío y respiramos muerte" termina un poema.
La certeza, sin embargo, es un libro optimista. Pseudópodo, imagino que tardarás en volver a tener ocasión de dedicarle tiempo pero si un día puedes... prueba con La certeza.

Unos y otros poemas a mí me gustan bastante pero pese a lo que que dice Fernando Aramburu no termina de parecerme un poeta absolutamente logrado y redondo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario