02 noviembre, 2016

Rezar es fácil...

Tras la meditación rezo, como hacen los amigos del silencio, la oración del abandono. 

Pero cuando tengo que atender los asuntos de mi padre, (por ejemplo, las cuentas de las mujeres que lo cuidan), maldigo cien veces y desearía que estuviera en una residencia.

Hoy me pidió que le buscara en internet esta poesía.

Cumbres de Guadarrama y de Fuenfría,
columnas de la tierra castellana
que por las nieves y los hielos cana
la frente alzáis, con altivez sombría.

Campos desnudos como el alma mía
que ni la flor ni el árbol engalana;
ceñudos al nacer de la mañana,
ceñudos al morir el breve día.

Al fin os vuelvo a ver, tras larga era;
os vuelvo a ver con el latido interno
del patrio amor que, vivo, persevera.

Para mí y para vos llegó el invierno.
para vos tornará la primavera,
mas mi invierno, ay de mi, será ya eterno. 

García Tassara

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