04 enero, 2016

Un texto de La Retórica de Aristóteles.

Según algunas investigaciones, los ancianos, salvo cuando tienen dolorosas enfermedades,  no son más infelices que los jóvenes. Dicen que se recobran antes de los disgustos.

Copio aquí, sacado de  A pesar de los pesares de Aurelio Arteta, un texto de la Retórica de Aristóteles. 

“En cambio, los ancianos (…) por haber vivido muchos años ya, por haber sido engañados en la mayor parte de las ocasiones y haber cometido errores (…), en nada ponen seguridad y en todo ponen menos empeño de lo que deben. Creen, más nada saben de cierto, (…). Son también de mal carácter, ya que el mal carácter consiste en suponer en todo lo peor. Pero además son recelosos, a causa de su desconfianza,  y desconfiados a causa de su experiencia “.

Los que votamos, arrobados, a Felipe González, hace tantos años, cuando “OTAN de entrada, no” y de salida tampoco, sabemos de qué se habla aquí. Una cosa es que yo vote a Ciudadanos y otra que crea que ESTOS SÍ harán una nueva política.

El texto de Aristóteles tiene muchas más lecturas que esta lectura política.

¿Cómo ser desconfiado por haber vivido mucho y no convertirse en cínico? ¿Cómo aceptar la realidad y a la vez no volverse un defensor del mal que puede ser remediado?


¿Cómo aceptarme a mí mismo como soy y al tiempo poner empeño en mejorar? 






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Aurelio Arteta aconseja con mucho ardor que leamos La Retórica de Aristóteles. 

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