Aprendiendo.
Algunos días mi mujer
tiene algún motivo para faltar a la cita con el psicólogo y charlo solo con él.
En solitario, la sesión aún me resulta más beneficiosa.
Quizás si expongo aquí lo
que aprendo os resulte vano o inútil para vuestras vidas. Lo haré aun a
riesgo de que no comprendáis la importancia profunda que tiene para mí.
Si no puedes acercar tu
yo al superyó, quizás te sea más fácil aproximar tu superyó al yo.
He vivido toda mi vida
con un juez muy severo juzgando mis actos. Siempre pidiendo más, siempre
castigando, siempre dando una otra vuelta de tuerca para convertir mi último
acto bueno en algo malo, porque no había sido hecho con pureza de intención o por
cualquier otro motivo. Tras cualquier acto, la autocrítica, la censura, la
flagelación porque siempre se podía hacer más o mejor.
¿Y si hiciera desaparecer
al juez? ¿Y si comprendiera que las cosas están bien así? ¿Cómo sería la vida
si pudiera simplemente vivir, sin pensar a cada momento… qué mal lo hago,
cuanta imperfección… qué limitado soy, qué pobre, qué majadero…?
Aceptarme como soy. Ya
está. Aceptarme.
………………..
En lenguaje religioso
esto podría decirse de la siguiente manera.
Dios me ama.
Pero no es que me ama si
obro bien, que es lo que siempre por equivocación he creído. Me ama.
Simplemente. Me ama. Todo está bien. Puedo vivir feliz.
Dios me ama haga lo que
haga. Dios me quiere como soy.
O sea, sé tú mismo. A no ser que puedas ser alguien mejor.
ResponderEliminarPorque vas al psicologo?
ResponderEliminar