19 julio, 2015

Oposiciones ¿criterios para evaluar exámenes?

Cristina ha suspendido las oposiciones para maestra a las que se presentaba. Ella lo atribuye a que los tribunales piden que la gente sepa los temarios de las academias. Mi interpretación es otra.
Estuve de tribunal un año, siendo yo muy joven y apenas aprobadas mis oposiciones. También a mi mujer le ha tocado bastantes años. La idea que tengo es que la nota que un tribunal pone es… digamos… aproximada.

El mayor defecto que le veo al sistema es que en general los profesores no quieren establecer criterios de ningún tipo. En el caso de filosofía el aspirante tenía que redactar un tema (“Ética y Derecho”, por ejemplo) y luego leerlo ante el tribunal. ¿Qué hacíamos los miembros del tribunal? Escuchar “atentamente” lo que leían y poner una única nota. Un siete, un cinco, un tres, un ocho. Las notas de los cinco miembros se suman y tenemos la puntuación que ha obtenido el opositor. ¿De dónde salía esa nota que cada profesor ponía? De la impresión que le ha causado la lectura. ¿Por qué un siete y no un seis? Pocos podrían responder una pregunta tan sencilla con algo que no fuera: me ha parecido que merece un siete.

Se que en algún caso se han querido establecer criterios para poner las notas. Imaginemos: veinte por ciento la corrección de la redacción, otro veinte la organización de la exposición, otro el nivel de profundidad de los conocimientos, otro la pertinencia de las citas hechas y por último la exhaustividad de los problemas tratados. Todo esto por poner un ejemplo, y sin que haya pensado mucho en el asunto.

¿No estaría más justificada una nota si cada miembro va  valorando los distintos aspectos y la calificación sale de la suma de los distintos aspectos a tener en cuenta?
Esto es mucho trabajo para un profesor que ya tiene su plaza ganada. Poner cinco notas a cada uno exigiría una atención que es difícil mantener opositor tras opositor. Más cómodo no establecer criterios. Que cada uno puntue como le plazca.

No creo que los miembros del tribunal juzguen los exámenes comparándolos con los temarios de una academia. Muchas veces ni conocerán esos temarios. Nosotros, o al menos eso creo yo,  juzgábamos “a boleo”, en función de la formación que nosotros teníamos, y en comparación con los temas que otros opositores habían ya leído.

En los temas relativos a la legislación educativa los opositores es fácil que estén mejor preparados que los tribunales. ¿Qué hace el tribunal? Juzga por lo que las cosas parecen. Así de sencillo y así de crudo.

¿Significa eso que aprobar una oposición es algo absolutamente aleatorio? No. Creo que algo significa. Los opositores brillantes destacan casi siempre y hasta el tribunal más romo sabe identificarlos. El hecho de que sean cinco miembros también ayuda a que la nota no sea totalmente arbitraria. La estupidez de uno se combina con la sabiduría de otro y el sestear de aquel se combina con la extrema atención de este. Cuando dos notas difieren más de tres puntos (creo recordar) se anulan entre ellas.

No se como explicar la baja nota que ha obtenido Cristina. Solo cuento aquí lo que yo se del asunto por si pudiera ayudarla.



Un consejo para opositores:

La lectura de los exámenes es pública y cualquiera puede entrar. En general a los opositores no les gusta que los compañeros entren, se sienten intimidados. Como si no hubiera que tener más miedo a lo que diga el tribunal que a lo que piensen los compañeros  Siempre me pareció útil entrar. Se hace uno idea de lo que lo que hace la gente. En general, al menos en filosofía, los exámenes difieren bastante unos a otros y es bueno ver cómo otros resuelven lo que a ti te ha tocado resolver. 

3 comentarios:

  1. El comienzo de tu post tenia gracia.
    Si no se leen en público me temo que solo son leídos por uno del tribunal. Entonces todo depende del que te toque. Es más injusto q si la nota la ponen cinco.
    El modo de leer (cuando se hace en público) es importante, y supongo q la letra también. La combinación de único corrector y mala letra puede haber sido fatal.
    Lo siento mucho, Cristina.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Loia. Oye, te falta publicar mi respuesta... digo, así se entendería mejor la tuya,¿no? :)

    ResponderEliminar
  3. Vaya, con la vergüenza que me dio contar esto en mi blog vas tú y lo cuentas también en el tuyo :-)

    Los sistemas no son exactamente iguales. En mi caso no se leían los exámenes en alto. No lo había comentado hasta ahora pero quizás la (mala) letra influyó. Mi letra a mano es un poco "rara" y, aunque nadie se ha quejado hasta ahora, quizás el lector necesite esforzarse más para entenderla. Supongo que si tienes cientos de exámenes para leer, ese esfuerzo extra predispone al examinador en contra. Es lógico, pero si fuera así tendría un problema, porque no sé si a estas alturas se puede cambiar de letra. Me da que los cuadernos Rubio ya no funcionarían.

    Respecto a lo de reproducir literalmente los temas de una editorial, es lo que me han dicho amigos que han estado en tribunales, en este caso de Tecnología y Matemáticas de Secundaria (es cierto que no de Magisterio). Evidentemente no miran palabra por palabra pero sí la estructura de los temas, que yo cambié porque me parecía poco clara. Quizás también los contenidos que yo eliminé por considerarlos superfluos eran (o fueron considerados) importantes.

    En fin, que lo hice mal y ya está.

    ResponderEliminar