18 abril, 2015

Maniqueismo.

Una cosa de la que me siento orgulloso es de saber que estoy hecho de la misma pasta que el resto de los seres humanos. Es cierto que hay diferencias entre unos y otros. Es verdad que se puede ser mejor o peor, pero en último término todos estamos cortados por el mismo patrón.

En nuestro gran grupo de friends, nacido de las salidas con la caravana, se ha producido un cisma. Roces, malentendidos, pequeñas envidias, intereses encontrados –lo que sea- han hecho que el gran grupo se rompa en dos.
Tras varios encontronazos, ambos grupos piensan ahora que los malos son los otros. Dentro del mío, se cargan de razón y creen que lo que estuvo fatal es lo que hizo fulano o zutano o perengano (todos ellos, naturalmente, pertenecientes a la otra parte). No sé lo que dicen exactamente del otro lado pero creo poder imaginarlo sin mucho riesgo de equivocarme: cosas similares pero en sentido contrario.
Me cuesta caer en ese maniqueismo. No suelo exclamar ¡cómo es la gente!, sino ¡cómo somos las personas! Incluyéndome. Son los seres humanos los que tienden a pelearse –yo como uno más. Y soy consciente de que en esas guerras, nacidas, muchas veces, no de la maldad, sino del conflicto de intereses, ambos bandos tienden a demonizar al enemigo, mientras que cada lado se juzga bueno a sí mismo. Personalmente soy incapaz de hacer eso.






Rectifico. Escribiendo esta entrada he descubierto que no todos los seres humanos están –como escribí- hechos de la misma pasta. Hay dos grupos: En uno estoy yo, y en el otro, una pandilla inmensa de maniqueos impresentables.

:)

3 comentarios:

  1. Jajajajaja, fina ironía final a tu excurso caravanero.

    Sin duda yo sería un buen candidato a tener un perro. Creo que nos entenderíamos. Los seres humanos me resultan arcanos e indescifrables. Soy más bien poco sociable. Yo diría que muy insociable. Tengo mi familia y poco más. Todas las incursiones que he hecho en la amistad han sido fallidas. Los mejores amigos me la han clavado. Ahora soy mucho más reservado. Sé que la amistad es algo que no soporta un grado elevado de confidencia. Tengo una impresión pobre del género humano, incluido yo mismo. Sin duda los perros deben ser mejores que nosotros. Los seres humanos más cuestionables son los que tienen unos elevados ideales sobre la amistad. Estos me producen temor. Creo que dos buenos amigos no deberían tener nunca demasiada confianza y dejar que existieran zonas de oscuridad en dicha relación. Las mujeres entiendo que son diferentes. En general pienso que son mejores que los hombres, en este sentido coincido con Houllebecque en su libro Las partículas elementales.

    Me asombra esa gente que tiene infinidad de amigos, que son apreciados y populares, que todo el mundo los quiere. Esto es un misterio para mí. Esa sociabilidad, esa empatía que no logro comprender. Creo que nunca hubiera estado en un grupo de caravanistas, ni de ninguna otra cosa. Los grupos me producen pánico. Solo me interesan algunas relaciones muy particulares, raras, exentas de interés, con distancia.

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  2. Yo creo q para una persona poco sociable un perro o un gato es algo perfecto. Aporta compañía sin exigir contrapartidas humanas. Eso sí, tiene otras servidumbres. El problema de las vacacioenes es un gran problema. Yo desde luego te animo a tener un animal.

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  3. El perro es muy esclavo por los paseos diarios que hay que darle. Pero en tus marchas por el monte te acpmañaria encantado.

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