07 marzo, 2015

No querer estar contento.

Mi padre hizo un retrato de mi mujer cuando era mi novia. Me reprocha que no lo tenga colgado en el salón. Hay otros cuadros suyos allí, pero está en el dormitorio porque mi mujer ha cambiado bastante y si está en el salón tengo miedo de que alguien nuevo llegue y pregunte quién es.

Mi padre le regaló a su dentista una reproducción de un cuadro suyo. Se ve la Plaza Mayor, con un montón de personajes. Mi padre se lamenta de que enmarcó la lámina y la colocó en la sala de espera. ¿Que por qué se lamenta? Porque no quiere disfrutarla él mismo en su casa.

¿Podía haberla dejado enrollada en un armario? Claro, ha pasado otras veces cuando ha hecho el mismo regalo.

Hay una voluntad de no quedar nunca satisfecho.

1 comentario:

  1. ¡Qué difícil es ser padre! No sé qué escribirán mis hijas de mí algún día. Por lo pronto procuro no ser demasiado pesado, aunque no sé si lo logro. Mi padre era muy pesado. Pero lo he salvado en mi memoria. Eso sí, no me gustaría volver a hablar con él. Cuando se hace una recreación de una vida futura se dice que estaremos con nuestros seres queridos. Personalmente me gustaría encontrarme con gente nueva. No me veo reuniéndome con mis antepasados. Ni ganas. Pero es posible que sea asocial. Mucho.

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