08 enero, 2015

Blasfemias laicas.

Escribí sobre ello también cuando la historia de las caricaturas. Pero no recuerdo dónde.

Dice Arcadi Espada que en Occidente “a las caricaturas se responde con caricaturas y a las palabras se responde con palabras”. No es del todo verdad. Hay palabras que constituyen un delito y se responde con multas o la cárcel. La apología del terrorismo solo son palabras. Las caricaturas de El Jueves le supuso a sus autores una multa por el delito de injurias.

Pero más allá de todo esto yo me pregunto ¿No existen algunas blasfemias laicas que Occidente no tolera?

Uno puede hacer caricaturas y burlas de una procesión de Semana Santa pero ¿Puede uno burlarse del Día del Orgullo Gay?


Quizás se me dirá que una cosa es ofender a las personas y otra criticar ideas. ¿Y cómo diferenciamos una cosa de otra? ¿Cómo separar la burla a una determinada religión de la burla a las personas que la profesan? ¿Cómo se sabe si se están burlando de los homosexuales o criticando un modo concreto de vivir e interpretar la homosexualidad?

2 comentarios:

  1. Uno puede burlarse del día del orgullo gay. Y le criticarán, claro, pero de momento no veo comandos gays asaltando redacciones. Lo que sí es cierto es que la corrección política establece sus propias blasfemias y tiene a sus integristas dispuestos a defender sus axiomas.

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  2. Lo que quería hacer ver es que también parece que hubiera cosas "sagradas" en Occidente. Cosas de las que no nos podemos reir ni hacer burla.
    Desde luego, nadie mata en España a nadie, digas lo que digas.
    Pero todos sabemos que hay cosas que no se pueden decir. Y nadie las dice en público, aunque alguno las pensara, para no ser condenado a repudio público. Que tu grupo te repudie no es comparable con la muerte, pero es una pena gravísima que nadie está dispuesto a afrontar. Aunque tuviera ganas de blasfemar en público.

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