18 noviembre, 2013

No soy solo una cara bonita

Fue en el hostel en el que nos hospedamos en el viaje a Nueva York.

Por la noche, con la familia ya cansada de las caminatas por la ciudad, yo solía bajar al salón social, el salón donde había wifi, para ver si allí podía practicar algo de inglés.

En una ocasión hablé con una chica israelí que dijo no haber estado nunca en España pero sí en Cataluña. Tras aclararle yo que Cataluña era España ella me contó que los catalanes con los que allí habló allí le dijeron que no lo era.

Esa misma chica me contó la cantidad de tiempo que los jóvenes (hombre y mujeres) sirven allí en el ejército. Ya no recuerdo la cantidad de meses –que eran años- pero me parecieron una barbaridad. Sorprendido yo del sacrificio tan enorme que tenían que hacer, ella lo justificó con una frase sencilla que entendí perfectamente. “No army, no country”. Si no hay ejército no hay país.


Pero no era de esta mujer de la que quería hablar sino de otra, que, creo recordar, conocí en otro rato. Fue una joven de peinado muy llamativo que, aunque a mí no me parecía guapa, se presentó como modelo publicitaria. Inmediatamente me aclaró que por las tardes cursaba estudios de no se qué. Y luego dijo algo así como “I am not just a pretty face”.  “No soy solo una cara bonita.” Desde mi punto de vista, ya lo he dicho,  sobraba el “solo”. 

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