30 noviembre, 2012

Presión social

Hace tiempo yo hablaba de mujeres en el blog. Por ejemplo aquí y aquí.


No es que me haya olvidado. Quizás ha disminuido un poco el impulso o quizás sienta su acuciante aguijón con menos intensidad. Pero esa preocupación sigue ahí.

A veces cuando veo una mujer guapísima siento una inquietud infinita en el alma y me digo a mí mismo: ¿qué no haría yo por una mujer así?

Pero luego me respondo: ¿Qué haces en realidad en tu vida diaria para estar con una mujer así? Nada. No haces absolutamente nada. ¿Por qué imaginas que es tan intenso tu deseo cuando en la práctica no haces absolutamente nada para realizarlo? Es como una especie de sueño imposible que se agota siendo puro sueño. Siempre ha sido un sueño.

Una vez le leí a Espada que envejecer como un viejo verde no era un buen modo de envejecer. No me gustaría terminar así y tengo la sensación de que no lo haré. Aunque reconozco que el personaje lo bordaría; llevo ensayando toda la vida.

La última vez que he visto una mujer arrebatadora en una pantalla ha sido a Alizée, que es una lolita francesa. Busco sus videos en Youtube (J'en Ai Marre y Moi Lolitá) pero no me decido por poner ninguno. No son sus videos... ES ELLA. Y ni siquiera viéndolos creo que pueda entenderse lo que siento.
En todo caso, creo que me voy a retirar como "vouyer", al menos de modo público.

Soy muy sensible a la presión social y a la frase de Espada se añade lo que me sucedió hace poco.

Un día de estos caminando por la calle me crucé con una joven que salía de un portal. Me di la vuelta para verla de espaldas. Es frecuente que lo haga cuando veo una chica guapa. Nunca reprimo ese deseo. El caso es que vi que ella iba a meterse en un coche que la esperaba en la acera.

Cuando andados unos metros estaba yo a punto de entrar en el bar al que iba, el coche pasó a mi lado. El conductor había bajado la ventanilla, sería un novio celoso, y sin duda me había visto mirar a la chica porque en el frio de la noche me gritó: “Cuanto más viejo más pellejo”.

Aquello me fastidió bastante. Y me ha dejado herida.

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