MI MADRE

Es cierto que he escrito mucho sobre mi padre y muy poco sobre mi madre.

A mi madre le parece que su vida es la más interesante del mundo y por eso te la cuenta con pelos y señales. Y no va directa al grano sino que se va entreteniendo en cada paso de la escalera. Morosamente.

Un suponer.
“Esta mañana he ido a comprar uno botones a la calle de la Rua.”
Esto es lo que diría una persona sosa, sin relaciones sociales, sin vida interesante, sin salero.

Mi madre dice lo siguiente:

Esta mañana me acerque hasta... salí a las 12 o así, no me gusta salir más tarde porque luego llego con la hora muy ajustada para hacer la comida y me pongo negra con las prisas.
Pues eso, que me acerqué hasta la tienda... por cierto que me encontré con el del séptimo en la entrada, el señor Ángel, el marido de Doña Carmen. Ay, que pena da ese hombre. ¿Lo has visto en la silla de ruedas? Oye, que está muy bien cuidado, que sus hijas lo tratan muy bien, pero la verdad es que da una pena tremenda. Lo llevaba Teresina, la hija mayor, la que te acompañaba a ti de pequeño al colegio. ¿Te acuerdas de ella? Es profesora también. Pues precisamente, en el instituto del hijo de Tina. Ahora que nombro a Tina, que no se me olvide llamarla, que el mayor se examinaba de selectividad, a ver qué tal ha quedado.
Pues me acerqué hasta la tienda de la calle la Rua que quería comprar unos botones negros, porque tengo muchos en casa, en una caja preciosa que me regaló Clara, te la tengo que enseñar, pero necesito seis negros para la chaqueta que le estoy haciendo a Nuria, por cierto, me llamó anoche, otra a la que tengo que llamar para preguntarle por Jose María, que por lo visto el otro día operando a un ternero se cortó sin querer un tendón de la mano izquierda y le habían hecho unos pruebas y hoy sabrá los resultados. El primer día le dijeron que no era nada, y por lo que se ve ahora se han dado cuenta que se ha cortado un tendón y ha pasado tiempo ...