11 diciembre, 2007

MI PADRE

Mi padre tiene ochenta y pico años. No sé la edad exacta porque todos los abriles, el día 23, aumenta un año. No crean que es fácil estar al día. Yo me conformo con saber que nació en el año 21 y cuando necesito exactitud echo la cuenta. Está muy bien de salud y apenas si tiene algún problema. La tensión alta, únicamente.
Hace ya un montón de meses se me ocurrió abrir un blog secreto que se llamara "Diario de una vejez". Sólo escribí tres entradas y lo tengo varado en dique seco. Hoy recupero para este sitio algo modificada una de aquellas.

Hace unos años mi padre tenía obsesiones. Se acordaba de su suegro, de las discusiones que había tenido con él y de lo que debió decirle y no le dijo. Mi abuelo, su suegro, llevaba ya muerto más de veinte años pero eso no era problema para que mi padre se disgustara recordando aquellas discusiones y me explicara con mucho detalle todas las cosas que se calló y se arrepentía de haber callado.
Tanta obsesión tenía que terminó yendo a un psiquiatra. El médico rellenó una ficha con sus datos y cuando mi padre le explicó lo que le pasaba le dijo que aquello no era ninguna enfermedad de las que él trataba, que quizás un psicólogo podría ayudarle, y delante de él rompió la ficha con los datos que acababa de tomar. Mi padre se indignó. Le pareció un desprecio tremendo aquel rasgar la ficha en su presencia, aunque creo que no llegó a decirle nada.
Yo me extrañaba un poco y me burlaba de él. No parece lógico enfadarse de que un psiquiatra te diga que no tienes nada.
Con el tiempo sin embargo aquellas obsesiones, creo que debido a una psicóloga, terminó tratandolas con antidepresivos. Toma una pastillita todas las mañanas y está feliz. No tiene aquellas torturas interiores y no se siente triste. Digamos que no puede.
Sin embargo hoy llamaron al teléfono y lo cogió él. Era la suegra de mi hermano: su consuegra. Le explicó que seguía bien de salud. Que estaba muy bien para sus años y es verdad.
"Sólo me pongo triste cuando me acuerdo de la edad que tengo". Le dijo.

11 comentarios:

  1. Muy tierno.
    Seguro que eres un hijo estupendo.
    (Como director-guionista-actor no tienes desperdicio)

    ResponderEliminar
  2. Devisita, te llamo así pero se agradece mucho

    ResponderEliminar
  3. Lo dicho, me gusta más lo personal que la disonancia cognitiva. No sé si tu padre opinará lo mismo. Por cierto, tu padre ¿te lee?

    ResponderEliminar
  4. Ana, mi padre no me lee.

    Sobre aquello que te interesaba de por qué no me leía mi mujer he descubierto cosas no muy agradables.

    ResponderEliminar
  5. Pobre padre. El psiquiatra le rompe la historia y encima el hijo se burla de él. Demasiado bien está.

    ResponderEliminar
  6. El padre de Loiayirga tiene que ser un personaje, aunque sólo lo conozco por sus cuadros y por los post que su hijo coloca en estas ¿patatitas pochas?

    ResponderEliminar
  7. Loia, cuéntenos de dónde viene el nombre del Blog (la curiosidad me corroe).

    ResponderEliminar
  8. Guarda a tu padre y cuenta lo de tu mujer y sus no lecturas de tus blogs. Por fa, anda.

    ResponderEliminar
  9. Ana, no tiene gracia ninguna. Tiene más gracia sin saber. Pero usted se lo ha buscado.

    Sólo fue una prueba. Cuando creo un archivo de prueba en el ordenador siempre le pongo de nombre "patata". Abrí un blog de prueba y lo llamé "patatita pocha". Lo primero que se me ocurrió. Luego hubo una segunda prueba. Esta fue en plural. Al final la que sobrevivió fue la segunda y pensé que a lo mejor no era un mal nombre. Ya no pensé más así se quedó.
    Si alguno piensa que se llama así por lo poco que yo lo valoro...se equivoca. Aunque valga (o valiera) poco yo lo valoro muchísimo.

    ResponderEliminar
  10. Devisita, no tengo fuerzas hoy. Quizás algún día que tenga la autoestima más alta.

    Para compensarte te anticipo el título de la entrada de mañana. A mí me gusta.

    "LAS VARIACIONES GOLDBERG"

    ResponderEliminar