POLANCO NO HA MUERTO.

La muerte es un invento ideológico. Doy a la palabra ideológico el sentido que le daban los marxistas. Para Marx la ideología es una representación falsa y falsificadora de la realidad social que construyen las clases dominantes con la intención de mantener un orden social injusto. No es que las cosas sean de tal modo sino que a una minoría encumbrada le interesa que todos los demás creamos que son de esa manera.

¿Qué pretende Polanco haciéndonos creer que ha muerto?
Que la muerte lo iguala todo. Que al final da lo mismo ser millonario que ser un pordiosero. La muerte nos hace iguales a todos. “Los ricos también lloran”.

Si fuera verdad la muerte ¿no quedaría el poder de los ricos cuestionado? ¿Cómo iban los grandes señores del planeta a dar publicidad a “alguien” que no respeta jerarquía, fortuna, ni posición social?

De ser verdad la muerte sería escondida y ocultada sistemáticamente.

La prueba mayor de que Polanco no ha muerto es que “El País” lo ha dicho en su portada.