16 agosto, 2015

¿Son las emociones las que dirigen nuestra vida?

He visto el último éxito de Disney: Inside out. Está bien. Sobre todo porque da pie para plantear problemas sin resolver.
Cinco personajes, las cinco emociones básicas (alegría, tristeza, asco, miedo y rabia), se disputan el mando en la cabeza de una niña. Es un clásico suponer que dentro de nosotros hay distintas fuerzas que pugnan por dirigir nuestra conducta. Platón consideraba que la razón (guerrero que guía) debe llevar el carro, que va tirado por dos caballos, las pasiones nobles y las innobles. Las últimas son las ligadas a los deseos corporales y inclinan el alma hacía abajo.
Es curioso que en la película son solo emociones las que disputan. Aunque aparece el pensamiento abstracto como un tren, no hay un personaje que represente la razón. También aparece una idea (representada por una bombilla que instalan o desinstalan en el tablero de mandos) pero  me parece muy pobre el papel que se le da a lo que Pascal hubiera llamado la razón, en conflicto con lo que el llamaba el corazón.  
Hume consideraba que el alma es esclava de las pasiones. Quizás este sea el planteamiento de la película.
Freud inventa tres personajes: la conciencia moral, (el deber), los impulsos y deseos (el placer) y la parte mediadora que tienen que intentar poner de acuerdo a los otros dos.
Inside out es una película de dibujos animados pero no es una película solo para niños. Sería interesante para plantear debate entre los alumnos.



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Hay un detalle significativo. Cuando van en el tren del pensamiento un personaje tira sin querer al suelo dos cajas. Las fichas de la caja de “Hechos” se mezclan con las de la caja “Opiniones”. Alguien las devuelve a ambas cajas sin diferenciarlas. No creo que a Arcadi Espada le guste la idea. 

1 comentario:

  1. Los últimos descubrimientos en Neurociencia unen los aspectos cognitivos a los emocionales. Son distintos pero trabajan en paralelo. Fundamentalmente cuando nos acercamos a algo sentimos una emoción dentro de nosotros que nos produce placer o displacer en sus diversas formas. Atracción o rechazo. Así funcionamos. Es raro que nos sintamos atraídos hacia algo que nos suscita rechazo sea en el terreno personal, racional o intelectual. No se puede separar la emoción del intelecto. No se aprende en abstracto. Nuestros alummos aprenden de nosotros si les gustamos. Si no, es inútil ser el mejor profesor del mundo a nivel de preparación. Tenemos que gustarles. Y además de gustarles hemos de saber captar su atención, y eso solo es posible por vía emocional. Transmitiendo emociones conectadas con la alegría.

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