11 agosto, 2015

Rumiar y rumiar.

Según los estudiosos uno de los factores que puede llevar a la depresión es lo que llaman la rumiación. Consiste en que la mente le da vueltas una y otra vez a los mismos pensamientos negativos intentando analizarlos y encontrar una salida racional a ellos sin conseguirlo.

El libro Sentirse bien me ayudó mucho hace treinta y tantos años porque identificaba algunos de estos pensamientos negativos.

El poder del ahora me ha descubierto una nueva fuente de sufrimiento. Se trata de rememorar el pasado para lamentarse o pensar en el futuro como amenaza, otro modo de rumiación. Contra esto el autor propone centrarse en el momento presente y atender únicamente al pasado o el futuro cuando sean necesarios con el objetivo de hacer algo práctico. Creo que puede ser un buen modo de combatir mi ansiedad.

También invita a renunciar al “ego”, es decir, no identificarse con nuestras ideas, emociones, sentimientos. Ver todos ellos como nubes que pasan por nuestro cielo pero que no somos nosotros. No hay un ego que defender frente a los otros, no hay un yo que tengamos que afirmar para sobrevivir.

¿Y si me creyera esta última parte? ¿No desaparecería la ansiedad inmediatamente?

1 comentario:

  1. Yo escribo mucho, generalmente en clave personal a modo de diario y en él doy salida a mis contradictorios estados de ánimo, a momentos devastadores y en otros momentos simplemente tristes, aunque hay momentos de felicidad. Escribir lo que pasa por uno sin censura creo que es bueno. Yo soy muy anti libros de autoayuda, me repele que alguien me explique cómo he de vivir, como he de sentir. Sé que hay momentos malos, la vida es un tobogán emocional. Ayer escribía que era triste pero hermosa. Los días pasados en las montañas han sido importantes para mí. Mi estado físico no me permite subir con agilidad grandes desniveles. Y en las bajadas lo paso mal. Amo la vida en su imperfección, con su dolor inevitable.

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