La vida y la muerte, otra vez.
La noticia nos sorprende en nuestro último día en Aveiro.
Hemos estado este finde con otras dos parejas en el camping de Barra. El fin de
fiesta consistía en comerse un arroz de marisco el domingo antes de salir para
casa de nuevo.
La noticia es que la madre de mi mujer está en la UCI.
Durante la noche anterior le dio un infarto y ahora está sedada y parece que la
cosa es grave.
Cuando se entera, mi mujer no hace intención de volver a casa inmediatamente. Allí
nada podríamos hacer que no estén haciendo sus hermanas. Está inconsciente y ni
siquiera pueden entrar a verla. Volvernos no solo nos privaría a nosotros de la
esperada comida sino también aguaría –de algún modo- la fiesta a los otros dos
matrimonios.
Cuando escribo ya es de noche. Hemos vuelto y ella ya ha
hablado largo y tendido con sus hermanas. Su pérdida de conciencia no es inducida. su madre está como dormida, pero no se sabe la razón. Parece que hay algún problema neurólogico
porque lo del corazón dicen que no es tan grave. Mañana quizás expliquen algo
más. Quizás su madre muera en los próximos días. Eso no ha
impedido que nosotros disfrutáramos un estupendo arroz de marisco en un
restaurante portugués.
Cuando estábamos en Portugal le dije a mi mujer que suponía que la situación
no se le iba de la cabeza. Ahora nos vamos a acostar, pero a cada rato lo tenemos
presente.
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