29 julio, 2015

El vaso medio lleno o medio vacío.



¿Pero a qué mundo he llegado que solo por nacer ya debo dinero? Dice El Roto en el chiste de hoy del El País. Esa idea me impresionó hace treinta y cinco años. ¿Cómo es posible nacer con deuda?

Cada persona que nace hereda la historia anterior. Para bien y para mal. Lo curioso es que determinada mentalidad, la de El Roto y la mía de hace mucho años, ignora lo bueno de la historia. Por lo visto nacer en un mundo con incubadoras, con antibióticos, con posibilidad de una trasfusión sanguínea (por poner algunos ejemplos) es algo natural y que a nadie debe extrañar.

Lo bueno de la historia, no hay legalmente esclavitud, no hay infanticidio generalizado, hay una alimentación variada, hay escuelas, carreteras y hospitales… todo eso, para la mentalidad de mi yo joven, era algo de derecho propio. Nacer en un mundo con muchas cosas buenas heredadas del pasado, para El Roto, es lo natural y lo justo.


¿Por qué clamar contra lo malo y no bendecir lo bueno? ¿Por qué no extrañarse de que exista una ley que proteja la vida de ese niño?

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