08 junio, 2015

Conseguir estar sereno.

Estoy intentando una nueva manera de controlar mis sentimientos. Consiste en lo siguiente.
Normalmente tenemos muchos objetivos cotidianos que queremos conseguir. Cuando no lo hacemos nos sentimos frustrados y sufrimos. No solo se producen las consecuencias negativas de no lograrlo sino que además perdemos la paz por ese motivo.

El cambio consiste en lo siguiente. Tengo que convencerme de que tengo un objetivo: estar sereno. Puede que otros objetivos no se consigan pero mi objetivo prioritario es estar tranquilo. De manera que cuando una cosa se tuerce y no sale como esperaba, pienso en mi objetivo prioritario. No alterarme. No disgustarme. ¿Es tan grave lo sucedido como para quitarme la paz? ¿De qué sirve que la pierda? ¿Qué gano envenenándome la sangre? ¿No añado, con mi disgusto, un mal mayor que el que ya ha sucedido?


De momento ha funcionado algunos días. 

1 comentario:

  1. Tal vez el estoicismo sea un buen consejo para no caer en broncas e histerismos cotidianos. Pero es muy fácil decirlo y muy difícil conseguirlo.
    Un cabreo de vez en cuando (solo de vez en cuando) no va mal. Pero lo ideal sería controlar las frustaciones, de eso no cabe duda.

    Un saludo.

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