Catwatching, by Desmond Morris.

Estoy leyendo en inglés Catwatching, un libro de Desmond Morris sobre la conducta de los gatos, ¿Conocíais la importancia de sus bigotes para orientarse en la oscuridad? Los que los tienen en buen estado son tan buenos cazadores de noche como de día, pero los que los tienen dañados cazan peor en la oscuridad. Son las corrientes de aire que se producen en torno a los objetos las que perciben con ellos.

El autor también cuenta cosas crueles, como que a veces juegan con un pequeño ratón acorralado, soltándolo y volviéndolo a agarrar, , antes de darle el golpe de muerte definitivo.

Hoy ha sucedido algo…

Tenemos una galería acristalada en la trasera de casa, en la que nuestro gato pasa por propia voluntad mucho tiempo, sobre todo por la tarde, cuando da el sol allí y puede dormir a gusto sin que nadie lo moleste. He ido a verlo y lo he encontrado acechando a un pájarillo. El pobre se había metido sin querer por un hueco que dejamos para que entre el aire y no encontraba la salida. El caso es que hace unos días se me había pasado por la cabeza comprar un ratoncillo vivo en una tienda de animales con la “sana” intención de que sirviera de fiesta a mi gato. El azar me había traído gratis la presa. Los gatos están mal preparados para cazar pájaros, según le he leído a Morris, pero algunos cazan. No recuerdo si dice que constituye un cinco por ciento en la dieta de un gato que viva al aire libre. En este caso era muy fácil. Yo podía cerrar la rendija por la que entró y esperar a que el pajarillo fuera agotando sus fuerzas volando aquí y allá, hasta que el gato le diera alcance. Esa hubiera sido mi idea antes de ver al pobre pájaro allí encerrado.

No he necesitado tiempo para pensarlo. He sujetado al gato, he abierto de par en par los cristales y el pajarillo ha salido volando.

Cuando tenía al gato sujeto y el pajarillo aún se movía ante sus ojos, mi gatito emitía un maullido lastimero. No sé si era pena porque no le dejaba atraparlo o miedo ante un acontecimiento tan inusual.

Los seres humanos no estamos preparados para la cruel vida natural. Aunque lo estemos para las imágenes televisivas de una guerra en un país lejano...