20 marzo, 2015

Una nueva mafia increíble.

He escuchado por la radio que han detenido a una banda organizada que secuestraba ancianos de las residencias para traficar con ellos en el mercado negro. El comisario entrevistado explicaba que hay muchos adultos, que cuando los hijos se independizan, sienten la ausencia de una madre o un padre anciano en la familia y están dispuestos a pagar por uno lo que sea. Yo nunca había oído hablar de esto pero por lo que el policía explicaba es un tipo de delito que crece cada día. Aprovechando que en las residencias no hay mucha seguridad, los delincuentes,  haciéndose pasar por familiares, sacan al anciano de paseo, y nunca más se le vuelve a ver. Ese mismo día lo dejan instalado en la casa del "comprador", casa de la que muchos ancianos no volverán a salir jamás. Se ha sabido que la banda cuidaba todos los detalles. Cuando hacían la entrega de un "paquete", este siempre iba acompañado de su medicación completa para un mes.


En un primer momento pensé que solo se trataría de ancianos válidos pero no. La banda detenida trabajaba todo tipo de género: válidos, semidependientes, y absolutamente dependientes. Por un hombre con Alzheimer en fase tres habían llegado a cobrar 5000 euros. Aunque no se sabe aún con qué excusa se exigía el pago de esas cantidades, a los compradores, siempre gente bienintencionada, se le engañaba diciéndoles que eran viejos sin hijos que no tenían quién los cuidara. 

Aunque siempre es una alegría desarticular una banda de tráfico de personas, explicaba el comisario, "los peores tragos que he pasado en mi vida de policía han sido, precisamente en esta operación, al tener que devolver a su antigua residencia a varios ancianos que vivían tan a gusto cuidados por su nuevo "hijo" y que de ningún modo querían regresar."


1 comentario:

  1. Impresionante. Lo que viene a demostrar que en el cuidado de las/los no novias tiene que ver poco con el cariño y la fascinación de los bebés; sino, cuando no es puro y duro interés, con la culpa, la obligación o mejor, si somos optimistas, con la responsabilidad y la siempre turbia moral. Qué ambivalente y supersticioso es el bicho humano.

    Continúo siguiéndolo. Es usted la rehostia de ameno.

    Un saludo, si me lo permite.

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