24 marzo, 2015

El momento más íntimo con mi gato.

Los gatos ronronean cuando se encuentran a gusto. También pueden hacerlo porque sientan dolor pero eso lo indica el contexto. Y no es lo frecuente.

El ronroneo es un sonido extraño, continuo, como una especie de vibración interna. Nada parecido a algo que pueda hacer una persona. Nuestro gato no ronronea mucho, no lo hace casi nunca durante el día. Pero hay momentos en los que lo hace siempre.

Por ejemplo por las mañanas. Suelo ser el primero que se levanta en casa, entre siete y cuarto y siete y media. El gato me oye desde su cama y llega a mi habitación, estirándose y antes de que yo abra la puerta. Siempre emite suaves maullidos que a veces escucho antes de abrir.

Me acompaña a orinar y luego volvemos a la cama. Me meto dentro, boca arriba, y me lo coloco tumbado sobre el pecho. Aún medio dormido lo acarició con las dos manos y él inmediatamente comienza a ronronear. Es un momento muy placentero porque él está feliz (o así interpreto yo su ronroneo) y yo más aún de que él lo esté. De que esté tranquilo, confiado y satisfecho encima mí.

Siento agradecimiento de que él se sienta a gusto conmigo. Y este momento se hace más especial porque no siempre le agradan las caricias. Hay momentos del día en que las soporta estoicamente, pero que ni las pide ni le agradan. Y otros en que le molestan, se levanta y se va. 

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