18 enero, 2016

El amigo del desierto. Novela.

Leí “El amigo del desierto” de Pablo d’Ors. Como género, yo prefiero el ensayo. Esto es una novela, no un ensayo disfrazado, como creí que sería. No estoy seguro que sea muy valiosa para quien no conozca las claves de “Biografía del desierto” con las que yo lo leí.  (ya 

Os cuento un detalle que a mí me interesó mucho. El protagonista tiene unas fotos del desierto en la pared de su habitación. Cuando, por primera vez, viaja al desierto se siente decepcionado y comunica su sentimiento a un compañero. En la novela esto son solo unas frases pero la idea, explicada en Biografía del Silencio, para mí es una revelación.

No es posible que una foto sea mejor que la realidad, porque está claro cuál es el origen de cuál. Lo real siempre será más rico, más vivo, más interesante y más real, en definitiva, que cualquier idea que podamos hacernos de ello.

La idea de algo, como una foto, (ya se que una foto es una imagen, pero para lo que quiero decir sirve igual) simplifica lo real, es decir, prescinde de mil aspectos que lo constituyen. Por esa razón, la realidad puede dar origen a una innumerable cantidad de fotos diferentes. La foto no.

Os pongo un ejemplo diferente. Cualquier entrada de este blog es mejor que cualquiera de aquellas entradas perfectas que yo tenía en la cabeza como modelo ideal cuando las escribí. Aunque solo sea porque unas existen y otras no.

Aprendí esto de Nietzsche, pero se ve que no lo aprendí. El mundo platónico de las ideas desprestigia y devalúa el mundo efímero de lo sensible. Frente a la voluntad de ideas que tenemos todos, Zubiri  quiere ser fiel a la voluntad de verdad. Es decir, hay que estar siempre abierto a la realidad, que nunca se deja encerrar en ideas. 

Casi todos vivimos de ideas, supongo que por pereza y porque lo que queremos es manejar la realidad, no dejarnos llevar por ella. Despreciamos la vida, por eso lo que queremos es encasillarla, categorizarla, dominarla. Nos refugiamos en los esquemas mentales que nos hemos fabricado de ella y en esos constructos pobres y diminutos queremos vivir. 

Consecuencia: como la realidad desborda, a todas horas, nuestras ideas, sufrimos.


3 comentarios:

  1. Las ideas nos limitan. Estoy de acuerdo. Si el pensamiento se basa en ideas entonces también está limitado. Pero al mismo tiempo hay que admitir que el pensamiento nos ha traído hasta aquí, quiero decir, nos ha llevado a darnos cuenta de su propia limitación lo cual no está nada mal ¿no?.

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  2. Si. Sin ideas no se puede vivir. El hombre las necesita pero al mismo tiempo no puede olvidar que su objetivo es la realidad misma, no ese mapa insuficiente (las ideas) que se fabrica para manejarla.

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  3. Si. Sin ideas no se puede vivir. El hombre las necesita pero al mismo tiempo no puede olvidar que su objetivo es la realidad misma, no ese mapa insuficiente (las ideas) que se fabrica para manejarla.

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